La obra explica cómo los hongos pueden causar enfermedades en plantas, animales e incluso en el hombre, pero también se da cuenta de sus múltiples beneficios: el importante papel que juegan en el crecimiento adecuado de las plantas, o el hecho de que incluso sirven como alimento al ser humano. Pero la principal virtud de esta investigación radica en su descripción de la relación de los hongos con los otros organismos de la tierra, es decir, en su asombrosa capacidad de destruir a la materia orgánica. Esta capacidad les permite descomponer a los organismos muertos, para que sus elementos se vuelvan útiles a los organismos y así continuar el ciclo de la vida.