Amor, desamor, no amor y otros

Cuando decía que ella era única para mí, en serio lo creía así.

No sé quién eres. Pero antes, amé a quien quería creer que eras.

Te amé apasionadamente. Me divertí siendo tu compañero y tu mejor amigo. Te aconsejé con un cariño de hermano hablándote con verdades (por más duras que estas fueran), sé que muchas de ellas te hicieron daño y puedo no merecer perdón. Tonto de mí. ¿Me querrías ahora si nunca hubiese dicho esas verdades?, ¿querrías a un mentiroso?, creía comprenderte, pero ahora solo queda un tú tan diferente; un tú sin ti.

Durante el corto camino que hasta ahora he recorrido en la vida, creo que el amor se compone por estar tranquilo con uno mismo. Para eso, no necesito de alguien que comparta mis gustos. Tampoco alguien que piense como yo.
Solo busco alguien con quien pueda compartir algo tan simple como ver el sol una tarde de caminata en mi ciudad. Ver el sol de las seis de la tarde que envuelve con su halo de luz rosácea todo y ser rodeado por ese halo, mientras caminamos hacia un parque. Conversar sobre cualquier cosa, y cuando me refiero a esto, es sobre cualquier cosa. Echarse en el pasto sin nada más que dejar el tiempo pasar, y en ocasiones salir a tomar algo, comer, disfrutar los sabores. Para mí, ese sencillo compartir el tiempo con otro es amor. Pero, creo que se necesita un paso más, se necesita valorar a la otra persona y borrar el yo de la ecuación.
Creo que este nuevo yo está listo para volver a intentarlo.

Anoche estuve totalmente fuera de mí. Totalmente alcoholizado, un despojo humano. Pero no te preocupes, no era por ti, fue por mí. Todo es mi maldita responsabilidad.
Los recuerdos que buscaba ahogar me pertenecían solo a mí. Las experiencias que dieron pie a esos recuerdos fueron compartidas, pero no creo que ambos recordemos lo mismo. Todo lo que he pasado, es por mí.

No sé quién eres. Pero antes, amé a quien quería creer que eras.

Te amé apasionadamente. Me divertí siendo tu compañero y tu mejor amigo. Te aconsejé con un cariño de hermano hablándote con verdades (por más duras que estas fueran), sé que muchas de ellas te hicieron daño y puedo no merecer perdón. Tonto de mí. ¿Me querrías ahora si nunca hubiese dicho esas verdades?, ¿querrías a un mentiroso?, creía comprenderte, pero ahora solo queda un tú tan diferente; un tú sin ti.