" Vendaval en los cañaverales quizás pueda leerse como un ejercicio de autocrítica por parte de una inteligencia comprometida con la fatalidad del aventurismo político en el seno de una historicidad desorientada tras la pérdida de su destino. Si Vendaval nos sigue interesando todavía hoy, más allá de su inscripción en su particular momento histórico, esto se debe a la proyección de una mirada sobre el cuerpo fracturado de una nación tardía. Y es en este sentido temporal que su actualidad pertenece no solo al pasado sino también al presente."
Gerardo Muñoz