Clarice Lispector

La hora de la estrella

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  • Lau Camargocompartió una citahace 7 años
    Qué se puede hacer con la verdad de que todo el mundo esté un poco triste y un poco solo.
  • ecompartió una citahace 6 años
    ¿Por qué no caen las nubes, cuando todo cae?
  • Nat Morenocompartió una citahace 5 años
    Pero, al escribir, que se dé a las cosas su verdadero nombre. Cada cosa es una palabra. Y cuando no se la tiene, se la inventa.
  • Nat Morenocompartió una citahace 5 años
    pero no hay que olvidar que para escribir no-importa-qué mi material básico es la palabra.
  • Anacompartió una citael mes pasado
    ¿Pero quién sabe si ella no estaría necesitando morir? Pues hay momentos en los que la persona está necesitando de una pequeña muertecita sin ni siquiera saberlo. En cuanto a mí, sustituyo el acto de la muerte por un símbolo suyo. Símbolo éste que se puede resumir en un profundo beso pero no en la pared áspera y sí boca a boca en la agonía del placer que es la muerte. Yo, que simbólicamente muero varias veces sólo para experimentar la resurrección.
  • Anacompartió una citael mes pasado
    Lazos de familia» (1960, traducidos al español por Cristina Peri Rossi en 1988),
  • Anacompartió una citael mes pasado
    Parte del presupuesto de que toda obra es novela de educación existencial.
  • Anacompartió una citael mes pasado
    En el contexto de la nueva literatura brasileña, su obra se destaca por la exaltación de la vivencia interior y por el salto de lo psicológico a lo metafísico. En el plano ontológico, se produce el encuentro entre una conciencia y un cuerpo, en estado de materialidad neutra. En su narración pueden identificarse varias crisis: crisis del personaje-ego, resuelta no a través del intimismo, sino en la búsqueda consciente de lo supraindividual; crisis de la narración, a través de un estilo inquisitivo; crisis de la función documental de la prosa novelesca
  • Anacompartió una citael mes pasado
    Yo les pregunto:

    —¿Cuál es el peso de la luz?

    Y ahora, ahora sólo me queda prender un cigarrillo e irme a casa. Dios mío, sólo ahora me acordé de que la gente muere. Pero ¡¿pero yo también?!

    No olvidar que, mientras tanto, es tiempo de frutillas. Sí.
  • Anacompartió una citael mes pasado
    Si un día Dios viene a la tierra habrá un silencio enorme.

    El silencio es tal que ni el pensamiento piensa.

    ¿El final fue demasiado grandilocuente para las necesidades de ustedes? Al morir, ella se volvió aire. ¿Aire enérgico? No lo sé. Murió en un instante.
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