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John Osteen

Sé un hombre de fe inquebrantable

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  • Vane Navarrocompartió una citahace 5 años
    Si oyes la palabra imposible resonando en tus oídos, entonces escucha la dulce voz del Hijo de Dios, quien no puede mentir: «Para los hombres es imposible, mas para Dios todo es posible» (Romanos 19.26).
  • freedom73590compartió una citahace 5 años
    Debilidades significa «pasiones y sufrimientos
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    »Soy Tu oveja, y oigo Tu voz, y no seguiré a ninguna otra voz. Confío en Ti, Señor, con todo mi corazón, y no me fío de mi propio entendimiento. Te reconozco en todos mis caminos, y sé que estás dirigiendo mis pasos. Sigo la senda de la paz porque Jesús, el Príncipe de Paz, vive en mí.

    »Tu Palabra es lámpara a mis pies y luz a mi camino. Cuando leo y medito en Tu Palabra, Tú me hablas. Te doy gracias, Padre, porque el Espíritu Santo vive en mí y me guía a toda verdad. No me guiará al error, sino solo a la verdad y al bien. Mi espíritu da testimonio del Espíritu Santo, confirmando la voluntad de Dios para mi vida.

    »Me posiciono en contra de la confusión o la frustración, y audazmente declaro que descansaré en Tu amor. Me compro-meto a seguirte dondequiera que me guíes, Jesús. Gracias, Señor, por sostenerme en Tu camino perfecto. Amén».

    LA FE ESTÁ RELACIONADA CON
    UNA PERSONA VIVA,

    el Señor Jesucristo.
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    NO DEJES DE SEGUIR A JESÚS

    Solo porque Dios te envíe a un determinado lugar no significa que vayas a quedarte allí para siempre. Por lo que respecta a Elías, él «se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo. Algún tiempo después, se secó el arroyo porque no había llovido en el país» (1 Reyes 17.5–7).

    Hay momentos en que Dios quiere que sigas adelante. No intentes quedarte cuando tu arroyo se seque. Dios no va hacerlo todo igual a lo largo de tu vida. Si tu arroyo se seca y de repente todo va mal, examínate a ti mismo. Ve ante Dios y di: «Señor, estás conmigo aquí? ¿Estás tratando de decirme algo?».

    Dios tenía un nuevo allí para Elías. «Entonces la palabra del Señor vino a él y le dio este mensaje: “Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí”» (vv. 8–9). En esta ocasión, en medio de la gran calamidad de aquel momento, Dios usó a una viuda para proveer milagrosamente a Elías, y durante el tiempo de la hambruna Dios suplió toda necesidad. Si estás en el lugar llamado allí, donde Jesús te ha enviado, Él te sostendrá.

    Busca a Dios. Asegúrate de encontrarte en ese lugar llamado allí. Entonces Dios se encargará de satisfacer todas tus necesidades, y tú alcanzarás la plenitud de tu potencial como un hombre de fe inquebrantable.

    CONVIERTE ESTO EN TU ORACIÓN

    «Padre, en el nombre de Jesús, busco tu guía divina para mi vida. Te doy gracias porque Jesús vive en mí, y la Biblia dice que Tú le hiciste nuestra sabiduría. Me dijiste que si me faltaba sabiduría debía pedírtela, y que Tú me suplirías generosamente con sabiduría para todas las situaciones. Ahora te la pido, y te doy las gracias, Padre, porque desde este mismo momento me estás proveyendo con la sabiduría que necesito.
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    Elías oyó la voz de Dios. «Entonces la palabra del Señor vino a Elías y le dio este mensaje...» (1 Reyes 17.2–4). Dios le dijo dónde ir y qué hacer. Le ordenó: «Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán. Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí».

    Dios puede decirte dónde ir. Él tiene un lugar llamado allí para ti. Ese lugar llamado allí es donde Dios dijo: «y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí». Si no estás en ese lugar llamado allí, te vas a perder la plenitud de las bendiciones de Dios en tu vida.
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    La fe es un modo de vida.

    Leemos en Hebreos 12.1–2: «Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios».

    La fe está relacionada con una persona viva, el Señor Jesucristo.

    Jesús está vivo y le va muy bien. Aún es el Señor de toda la creación y del universo entero. Aún tiene todo el poder y la autoridad en el cielo y en la tierra.

    Jesús es el autor y consumador de nuestra fe.

    Por lo tanto... mantén una comunión continua con el Señor Jesús. Sé consciente de Su dulce presencia en tu vida diaria.

    Ámale. Adórale. Alábale.

    Toma tiempo para estar con Jesús y deja que Él te pastoree. Permítele que te enseñe la Palabra de Dios.

    «SÍGANME, Y LOS HARÉ...»

    Jesús dijo: «Vengan, síganme, y los haré pescadores de hombres» (Mateo 4.19). Vivir una vida de fe es seguir a Jesús.No es quedarse en un sitio confortable y estático donde puedes decirte: «Ya lo tengo todo». Como hombres de fe, continuamente estamos sujetos a la llamada del Maestro. Él no dijo que le siguiéramos durante un tiempo y después nos sentásemos y dejáramos de seguirle. Dondequiera que Jesús vaya y te invite a acompañarle, deberías hacerlo.

    Hay grandes recompensas cuando sigues a Jesús. Si le sigues, te llevará donde están los peces. Te guiará donde la moneda está en la boca del pez. Suplirá tus necesidades. Te dará una vida donde Su yugo es fácil y Su carga, ligera (Mateo 11.30).

    Nuestra responsabilidad como hombres de fe inquebrantable es seguir a Jesús.No tienes que decidir qué quieres hacer y dónde quieres ir. ¡Sigue a Jesús según te dirija!
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    Jesús de ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura: «y en su nombre se predicarán el arrepenti-miento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén» (Lucas 24.47). En la iglesia de Lakewood siempre hemos hecho mucho énfasis en la Gran Comisión, y siempre lo haremos.

    Pero fíjate en que Jesús declara que el punto de partida es Jerusalén, lo que quiere decir el lugar donde vives. La cuestión es que lo que Jesús está diciendo es: «Ciertamente mi corazón es llegar a todas las naciones. Pero si primero no alcanzas tu Jerusalén, no servirá de mucho para el resto del mundo».

    En Cantares de Salomón 1.6 leemos: «me obligaron a cuidar las viñas; ¡y mi propia viña descuidé!». Dios nos ha hecho cuida-dores de viñas. ¿Qué es nuestra viña? Nuestra familia, nuestros amigos, nuestros vecinos y nuestros compañeros de trabajo. No vamos a cuidar de otras viñas y a olvidar la nuestra. Como hombres de fe inquebrantable, ¡vamos a tener fe para nuestra familia y amigos!

    Sí, Dios nos ha ordenado ir por todo el mundo con el evangelio, pero nunca a expensas de desatender a nuestra propia familia. ¡Oh, menuda condenación caería sobre nosotros si tuviésemos que confesar que «mi propia viña descuidé»!

    ¿Qué sucedería si ganase el resto del mundo para Jesús y des-cuidase a mi propia familia? No puedo concebir la idea de uno solo de mis hijos muriendo sin haber depositado su fe en Cristo. O mi padre, mi madre, mis sobrinos y sobrinas o un viejo amigo. Dios me ha erigido en cuidador de mi familia, y soy responsable de ser un buen ejemplo, cuidarlos y orar por ellos.

    De vez en cuando alguien me dice: «Bueno, ya sabes, no voy a influir a mi hijo respecto a qué religión es la correcta. Él tiene que crecer y tomar sus propias decisiones».

    ¿Qué tontería es esa? El mundo está influyendo a tus hijos: la cultura de las drogas, la pornografía, la televisión, el mundo del espectáculo, ¡y el pensamiento liberal en la escuela! ¡Es hora de que nos levantemos y llevemos nuestra fe a nuestra propia familia!

    Tal vez hayas leído el libro Acres of Diamonds [Acres de diamantes], de Russell H. Conwell. Es la historia de un hombre cuyo deseo insaciable por encontrar diamantes le hizo vender su propiedad y partir a buscarlos. Viajó por todo el mundo pero nunca los encontró. Mientras tanto, el nuevo propietario de su casa descubrió que en el patio trasero de la propiedad había una rica mina de diamantes. El mensaje de Conwell a su público es: «¡Cava en tu propio patio!».

    Yo apoyo de corazón a aquellos que desean llevar el evangelio a todo el mundo. Pero te aseguro que el mayor tesoro que tienes sobre la tierra se encuentra en tu propio patio: tu esposa, tus hijos y tu familia extendida. Esa es tu propia viña.

    En Malaquías 3.17 Dios dice: «Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe» (RV60). Espero que te des cuenta de que tus hijos y esposa son diamantes para Dios. ¡Atesóralos!
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    Comprueba si estás alabando a Dios como si ya tuvieras la respuesta. Si actúas, hablas y alabas a Dios como si la tuvieras, ¡la tendrás!

    Déjame recordarte lo que dije anteriormente: Jesús alabó a Dios por levantar a Lázaro de la muerte antes de que sucediera. De pie ante aquella tumba dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado [Te doy las gracias porque por lo que a mí respecta, ya lo has levantado]» (Juan 11.41).

    Alguien podría decir: «A mí me daría miedo decir eso. ¡Lázaro podría no salir!». ¡Claro que no saldría con esa actitud de duda!

    Josué y los hijos de Israel gritaron triunfalmente antes de que los muros cayeran (Josué 6.5).

    Abraham alabó a Dios antes de ver siquiera a Isaac (Romanos 4.17).

    Si haces esta evaluación, descubrirás donde está la conexión suelta. Con un pequeño ajuste, de nuevo te pondrás en marcha.

    La Palabra de Dios nunca falla.

    Hombre de fe, el Señor Jesús jamás te fallará. Deposita tu confianza inquebrantable en Él. ¡Saldrás victorioso en todas las ocasiones!
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    La Biblia dice: «No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias» (Filipenses 4.6).

    «Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo» (Efesios 6.11).

    Debes saber quién eres en Cristo para poder resistir los ardi-des del enemigo.

    «No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra pero no la pone en práctica es como el que se mira el rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida en seguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla» (Santiago 1.22–25).

    Debes practicar la Palabra de Dios. No te hará ningún bien a menos que la obedezcas.
  • Willson Barrientoscompartió una citahace 5 años
    Revisa el campo de batalla en el que estás luchando. ¿Estás tratando de pelear con Satanás en el escenario de la razón? ¿Estás intentando intelectualizar tu problema? ¿Estás luchando contra los síntomas y procurando razonar por qué? ¡Detente! Adéntrate en el reino de la fe. Di esto: «No importa lo que la situación aparente. Puede que parezca que estas circunstancias no van a cambiar nunca, pero en Mateo 21.22 Jesús dijo: “Y todas estas cosas, todo lo que pidas en oración, creyendo, lo recibirás”» (paráfrasis).

    ¡Cree en Dios!
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