El retrato puede adquirir forma en la anotación, en el diario. Y ese es el sino de estas impresiones, que nombran y predican a la vez, amontonan escenas,
recuerdo, tiempo. El presente se llena de ecos de ese pasado y el que nunca escribió nada que no hubiera observado, yo, pinta su memoria. La memoria
es caprichosa pero la memoria es justa: extiende la vida y el tiempo de los que ya no están.
En este libro hay colores escritos y recuerdos que no están solo escritos sino grabados, duros, irreversibles. Hay amigos presentes y amigos que están para
siempre en el recuerdo anotados. Esta es mi memoria de Irina Bogdaschevski, Pablo Chacón, Héctor Libertella,
Nicolás Rosa, Luis Thonis, Hebe Uhart, Liliana Guaragno y Noemí Ulla y Ricardo Zelarayán.