Ya sea que hayas hecho de la oración un hábito durante muchos años o que este sea tu primer devocionario de oración, en las oraciones diarias escritas aquí encontrarás la inspiración que necesitas.
En última instancia, la oración es una conversación con Dios. No es necesario utilizar palabras elegantes, ni recitar pasajes largos de las Escrituras. Solo habla con Dios. Abre tu corazón. Él te ama y está escuchando cada palabra que dices.
Algunos días, sus oraciones pueden estar llenas de gratitud; otros días, de arrepentimiento; y otros, de necesidad. Simplemente abre tu corazón, deposita tus oraciones a los pies del Padre y espera por su poderosa respuesta.