Libros
Ana Ojeda

Vikinga Bonsái

Gran estruendo las saca del sopor, bomba o terrible colisión en inmediación cercana. Asoman fisonomía al balcón para averiguar, cogote volador punta de cuerpo equilibrista en el vacío, enterarse de qué pasó, qué onda, solo ven a otres vecines en la misma.
Vikinga Bonsái vive con Maridito, que está de viaje en la selva paraguaya y con quien tiene un hijo adolescente: Pequeña Montaña. El recorrido de sus días está trazado por una bicicleta que no conoce más itinerario que Boedo-San Cristóbal-Boedo, llevándola de su casa al trabajo y del trabajo a su casa, previa parada en el chino para aprovisionarse según dicta un menú que siempre sabe a poco y entonces, por fin, a la cama.
Hasta que una mañana la pantalla del celular se ilumina y en el grupo Apocalipsicadas aparece una invitación difícil de rechazar: cena con amigas. A partir de ahí la novela avanza a paso feroz entre situaciones desesperadas o disparatadas.
Ana Ojeda bucea en las profundidades de la escritura y desemboca en las orillas con una novela que se detiene en la generosidad de los vínculos y en la que el lunfardo, el calabrés y el lenguaje inclusivo conviven en barroca comunidad. En su exuberancia, pero también en su particularidad, Vikinga Bonsái confirma que el lenguaje está vivo y se construye entre todes.
124 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2019
Año de publicación
2019
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Opiniones

  • Fernandocompartió su opiniónhace 3 años
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    🚀Adictivo
    😄Divertido

    Vikinga Bonsái o Bombay
    Por Ana Ojeda
    La novela de Ana Ojeda es una delicada experimentación con el lenguaje, que recorre lugares del pasado como cuando dice “cachivache” o “se hacen las sotas”, el uso de neologismos como “dueño menefreghista” o “televisor con devedera”.
    Destaca el uso del así llamado “lenguaje inclusivo”, y el constante presente en la vida de los personajes. Casi no hay referencias al pasado, y el futuro es muy cercano: el posible arribo de Maridito un lunes.
    No es menos cierto que la observación, la ironía, el humor y a veces cierta desesperanza están a la orden de casi cualquier párrafo. Por ejemplo este:

    “Arreglan: la SUBE de Gregoria Portento en préstamo para ir y volver, a cambio de la socialización de Lepanto, alegre salchicha de brillante pelaje, sorpresa para cuando lleguen les chiques de vuelta de la escuela. #quedamosasí”

    Dos comentarios finales: el nombre Lepanto para el perrito de Pia es una genialidad, aunque también hay que decir que a veces es salchicha y a veces es caniche. Los une el checheo, eso es verdad.
    Y los “hash-tags” usados sin reparo son otra genialidad que resume situaciones imposibles de la novela tanto como el exacerbado uso de los susodichos signos en cualquier publicación de red social que se precie.
    Conclusión: lean Vikinga Bonsái, no os arrepentiréis.

Citas

  • Fernandocompartió una citahace 3 años
    intrigada nivel Hitchcock
  • Fernandocompartió una citahace 3 años
    Poco hace falta para que se perspectiven tiradas sobre el pasto
  • Fernandocompartió una citahace 3 años
    terraza, castigada con violencia líquida –#reBauman–

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