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Libros
Alessandro Baricco

Seda

  • German Romocompartió una citahace 3 años
    bajaba hasta el lago, y pasaba horas mirándolo, puesto que, dibujado en el agua, le parecía ver el inexplicable espectáculo, leve, que había sido su vida.
  • Armando El Guatequecompartió una citahace 5 años
    Y al cabo de un momento:
    –Es un dolor extraño.
    En voz baja.
    –Morir de nostalgia por algo que no vivirás nunca
  • Lilián Carrascocompartió una citahace 5 años
    –Tal vez sea que la vida a veces da tales vueltas que no queda ya absolutamente nada que decir.
  • Hermes Bribiescacompartió una citahace 6 años
    Era, por lo demás, uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla.
  • Daniela Castillocompartió una citahace 7 horas
    –Mi hijo Hervé, que dentro de dos días volverá a París, donde le espera una brillante carrera en nuestro ejército, si Dios y Santa Inés lo quieren.
    –Exacto. Sólo que Dios está ocupado en otra parte y Santa Inés detesta a los militares.
  • Paris Leóncompartió una citahace 2 meses
    El chico dio algunos pasos más hacia adelante y se detuvo. Permanecieron así, contemplándose, a pocos metros uno del otro. Después, el chico sacó algo de debajo de sus harapos y, temblando de miedo, se acercó a Hervé Joncour y se lo dio. Un guante. Hervé Joncour recordó la orilla de un lago, y un vestido anaranjado abandonado en el suelo, y las pequeñas olas que depositaban el agua en la orilla, como enviadas allí, desde lejos. Cogió el guante y sonrió al chico.
  • Jackie R.compartió una citahace 2 meses
    son personas que contemplan su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbra contemplar un día de lluvia.
  • Jackie R.compartió una citahace 2 meses
    Era, por lo demás, uno de esos hombres que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla.
  • Silvia Quiñoacompartió una citahace 2 meses
    resto de su tiempo lo consumía en una liturgia de costumbres que conseguía preservarle de la infelicidad.
  • Silvia Quiñoacompartió una citahace 2 meses
    desesperación era un exceso que no le pertenecía,
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