Para apuntar números de teléfono, para tomar notas, para realizar trucos de magia y para la técnica del mal dibujante de Ross Jeffries, en la que, con gesto de concentración, dibujas un retrato de una chica y le dices: «Es tu belleza la que me ha inspirado». Después le enseñas una figura hecha a base de palos con un pie del tipo: «Chica más o menos guapa en una cafetería, 2005».