Con la intención de lograr el añorado rejuvenecimiento de sus pacientes, un endocrinólogo experimenta en el cuerpo de un perro callejero la injerción de las glándulas seminales y de la hipófisis de un obrero recién fallecido. Contrariamente al resultado esperado, en pocas semanas, el perro se transforma en algo parecido a un hombre. La verdad escondida de este texto apunta hacia los tránsitos y los cambios súbitos en Moscú durante los inicios de la construcción del socialismo en Rusia. Además de ser una crítica social al nuevo régimen, Corazón de perro es una sátira al «nuevo hombre soviético», una alegoría a la revolución comunista y a su descarriado intento de transformar radicalmente a la humanidad.