Vision Crisol

Visión Crisol

Los conceptos ilustrados en este libro parten de la premisa que los hombres y mujeres de Dios deben desarrollar habilidades específicas para ver su ministerio crecer, maximizando oportunidades e identificando áreas de mejoramiento, para convertirse en pieza clave para el avivamiento que está por venir. El Crisol, un envase refractario que resiste altas temperaturas, creado para fundir metales, tiene la particularidad de soportar el fuego sin derretirse. Este envase sirve de alegoría para identificar las características que toda persona dedicada al ministerio debe tener para lograr desarrollar la visión que Dios le ha dado.

El Dr. Castro desde el primer capítulo, nos habla acerca de la visión que Dios le da a cada ministro, mantiene al lector sumergido en verdades prácticas que nos hacen entender que el respaldo de nuestro Señor está directamente relacionado con la calidad de decisiones que tomamos, la forma en la que percibimos la visión y cómo la comunicamos.

En el capítulo dos nos habla específicamente del carácter que todo líder debe mantener para investirse de la autoridad necesaria para gerenciar la Casa de Dios. Cómo mantenerse enfocado en la meta y no ceder ante tentaciones que generalmente no se muestran evidentes.

En los capítulos tres y cuatro nos habla de excelencia e iniciativa, dos conceptos que deben mantenerse como prioridad en cualquier plan o actividad en la que el ministro participe. La excelencia transmite seguridad, estructura, orden, en fin, cualidades que no sólo resaltan sino que se convierten en un tesoro, un oasis, dentro de un mundo que apunta al desorden y a la disfuncionalidad. El pueblo demanda líderes íntegros y capaces.

En los capítulos cinco y seis el Dr. Castro nos invita a adoptar una vida cónsona con nuestra nueva identidad en Cristo donde servir a otros se convierte en la tarea más importante del ministerio, seguido por la importancia de desarrollar fortaleza, así como asumir la perseverancia como parte de nuestras vidas.

En este tiempo Dios ha establecido un vino nuevo, el orden gubernamental que es establecido por los apóstoles y profetas. El fundamento Apostólico y Profético generalmente se ve reflejado en la misma esencia del Líder Crisol, en el capítulo siete se hace referencia a este fundamento.

En el capítulo ocho nos habla de la multiplicación y cómo la necesidad de estructura, enseñanza y organización se hacen imprescindibles para el avance de la visión que Dios le ha dado a cada líder y para su ministerio.

El capítulo nueve resalta que nuestro Señor todavía busca hombres y mujeres dispuestos a servir fielmente, sin doblar rodillas, sin comprometer su imagen ni la de su ministerio. Dios busca ministros mansos, leales, que puedan disciplinar en una justa medida, guiados por el Espíritu y no por las emociones personales, ejerciendo así una paternidad espiritual balanceada y funcional.

En el capítulo diez el Reino Crisol se define, se conquista y se establece a través de una metodología diseñada para promover la santidad y la búsqueda de ministración personal a fin de lograr el objetivo final.

El capítulo once no sólo resalta la importancia del orden dentro del ministerio, sino que sirve también de guía para establecerlo en cada área ministerial así como las finanzas, los cultos, etc. Nos invita a hacer una revisión introspectiva de nuestro ministerio y los pasos necesarios para mejorar.

El último capítulo nos habla de la importancia de trascender y reproducir la visión en otros para dejar un legado, una herencia, para las próximas generaciones.

El libro Visión Crisol representa una respuesta, una alternativa dentro del caos ministerial para convertirnos en líderes exitosos, aprendiendo a abrazar las nuevas oportunidades, las bendiciones frescas de una visión Cristocéntrica, ajustada a la realidad contemporánea. Muestra cómo generar nuestros propios milagros, imponiéndonos de la autoridad que ya Dios nos dio y manteniendo una vida acorde con los princip