En el acuerdo se recomendaba una política de austeridad dirigida a la reducción tanto de los déficit público y comercial como de la deuda externa. Se imponían límites al empleo y a la inversión pública, y se recomendaba una política salarial austera, la liberación de los precios y el control del crédito. Algunos comentaristas de la época consideraron que el convenio del FMI era menos exigente que aquellos otros firmados por la institución con otros países de América Latina durante el mismo periodo, y atribuyeron esta situación al colchón representado por los recursos energéticos.92