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Rodolfo Llinás

El cerebro y el mito del yo

  • Cristina Chamorrocompartió una citahace 4 años
    Por el contrario, el cerebro debe considerarse como una entidad viva que genera una actividad eléctrica definida. Tal actividad podría describirse como tormentas eléctricas “autocontroladas” o, si adoptamos el término de uno de los pioneros de la neurociencia, Charles Sherrington, como un “telar encantado” (1941, p. 225). En el contexto amplio de redes neuronales, dicha actividad es la mente.
  • Cristina Chamorrocompartió una citahace 4 años
    funcionales del cerebro en los que se generan imágenes cognitivas sensomotoras, incluyendo la autoconciencia
  • Cristina Chamorrocompartió una citahace 4 años
    Igual importancia que lo anterior tiene entender que la “mente”, o el estado mental, constituye tan solo uno de los grandes estados funcionales generados por el cerebro.
  • Gustavo Rodriguezcompartió una citahace 4 años
    decir, el lenguaje mismo es un PAF y, además, es un PAF premotor íntimamente relacionado con la actividad de los ganglios basales.
  • Gustavo Rodriguezcompartió una citahace 4 años
    El sistema tálamo-cortical es casi una esfera isocrónica cerrada que relaciona sincrónicamente las propiedades del mundo externo referidas por los sentidos con las motivaciones y memorias generadas internamente. Este evento, coherente en el tiempo, que unifica los componentes fraccionados tanto de la realidad externa como de la interna en una estructura única, es lo que llamamos el “sí mismo”. Se trata de un mecanismo extremadamente sencillo y útil por parte del cerebro. ¡Unifica, luego existo! La coherencia temporal no solo engendra el “sí mismo”, como una estructura funcional, sino que crea un espacio a la centralización, en el cual las funciones predictivas del cerebro, tan críticas para la supervivencia, pueden operar de manera coordinada. Así pues, la subjetividad o el “sí mismo” se genera mediante el diálogo entre el tálamo y la corteza o, en otras palabras, los eventos unificadores recurrentes constituyen el sustrato del “sí mismo”.
  • Gustavo Rodriguezcompartió una citahace 4 años
    Las plantas no se mueven activamente y no necesitan cerebro: su sobrevivencia no depende de la anticipación.
  • Gustavo Rodriguezcompartió una citahace 4 años
    Probablemente es lo máximo que se logra con solo un kilo y medio de masa y un “tenue” poder de consumo de 14 vatios (Erecinska y Silver, 1994).
  • Gustavo Rodriguezcompartió una citahace 4 años
    Dado que aproximadamente 50 músculos de la mano, el brazo y el hombro son fundamentales para alcanzar la botella de leche, habría más de 1015 posibles combinaciones de contracciones musculares, número este absolutamente asombroso, por decir lo menos. Si, tras evaluar todas las posibilidades, milisegundo por milisegundo, se opta por la mejor de ellas, entonces deberían tomarse 1018 decisiones por segundo. Si el cerebro fuera un computador, necesitaría de un procesador de un exahertzio (un millón de gigahertzios) para elegir las combinaciones musculares correctas. Pero esa cuenta es aún más compleja (Welsh et al., 1995). La dimensión del problema se amplifica por muchos órdenes de magnitud cuando recordamos que cada músculo consiste de un mínimo de 100 unidades motoras y cada tensión muscular implicará diversas agrupaciones de ellas. Todo esto se refiere tan solo al movimiento para alcanzar una botella de leche del refrigerador.
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