En La reina del café, después de un periodo de total indigencia, Blanco, quien se gana la vida como portero de un edificio de apartamentos, trabajará como detective privado a destajo, al ritmo de los casos que le solicitan debido, sobre todo, a sus antecedentes policiales. También, el lector podrá observar un cambio de estilo narrativo por parte de Gonzalo Lema: si los cuentos de Fue por tu amor María siguen la forma de los dos libros del primer volumen de esta saga, los de La reina del café tienden a ser más sobrios y directos. Estas circunstancias personales, detective privado, y narración más directa, marcan la senda que seguirá este volumen.