El arte de vender

Organizado: Un objetivo plasmado en un plan con fecha y hora límite, dividido en pequeñas metas y acompañado de la acción y la emoción, es un sueño que se cumple y eso requiere de organización. Un tipo que llega corriendo con un vaso de café al trabajo no es para nada alguien organizado. Un buen vendedor tiene planificado su día desde el día anterior, con horarios y todo.
Optimista: Una persona negativa jamás podría convertirse en vendedor. El ser una persona optimista te permitirá sortear las adversidades de ser vendedor. Como ya explicamos son más los “no” que los “sí” y por ende necesitamos ser positivos a toda costa, otro punto que puede superarse con la Autosugestión.

Un vendedor debe ser:

Persistente: Sin dudas, la cualidad más importante. Es como dicen: “el fracaso se cansa de seguir a la persistencia”. Un vendedor que se respeta no se detiene a pesar de la crisis. Por eso, debés seguir adelante sin importar nada y no podés juzgar a las personas por una sola visita. Hay que persistir y el “no” de hoy será el “sí” del mañana.
Carismático: Un vendedor tiene la obligación de alegrarle el día a sus clientes. Este es un factor muy importante. Que la gente te vea llegar y se alegre, sin dudas te traerá una cosecha importante de ventas.
Honesto: No hay peor basura que la persona que con el fin de cumplir un objetivo le miente a la gente. Ya sabemos que una venta basada en un engaño no llegará muy lejos. Y no solo eso, cualquier comentario negativo que se popularice provocará el fin de nuestra carrera como vendedor.
Seguro de sí mismo: Sinceramente para ser vendedor hay que tener mucha autoestima. Alguien que no esté seguro de sí mismo no podría dedicarse a las ventas, ya que sería derribado cual surfista en un tsunami. Este es un factor importantísimo y para desarrollarlo uno puede recurrir a la Autosugestión.
Paciente: “Persevera y triunfarás”, nunca mejor dicho. Para ser el mejor de todos los vendedores debés ser el más paciente. Un futuro lleno de lujos y realizaciones solo se logra con un presente lento pero eficiente.
Valiente: Muchos miedos golpearán la puerta de tu corazón cuando salgas a vender. La verdadera capacidad de un vendedor se mide por la cantidad de veces que salta al vacío y de hecho, antes de cualquier gran logro, tendrás tu cuota de miedo que deberás superar.
Curioso: Curioso va de la mano con estudioso. Un vendedor sin estudios es alguien sin herramientas y cuantos más recursos tengas a la hora de vender, más fácil será tu trabajo. Con esto no quiero decir que entrés a la Universidad sino que estudies todo lo relacionado a tu campo, las características de tus productos, que leas libros como este, que te capacites en tu carrera de vendedor, etc.
Ambicioso: Un vendedor sin ambiciones es como el cielo sin el sol. No habría vacío más grande que ese. Sin esta característica simplemente vagamos por la vida de venta en venta sin ningún objetivo en mente y creeme que para ser el mejor debés tener las aspiraciones más altas.
Soñador: Va de la mano con el punto anterior; cuanto más grande sea tu sueño, más grandes serán tus resultados.

Los seres humanos somos emocionales y una especie social. Además, a las personas les gusta sentirse importantes, útiles y elevar la voz para ser escuchados. En fin, debés entender este principio. Puede que un buen amigo no sea un buen cliente, pero sí debemos hacer de un buen cliente un buen amigo. Para fidelizarlo, debemos serlo, escuchar sus quejas, prestar ayuda, hacerlo reír; que nuestra llegada implique un impacto positivo en su día y puede que incluso si el cliente no necesita de tu producto igual lo compre, por “compensación” de ser un buen amigo.