Marcos era un buen hombre. Con muy malas decisiones. Pero nunca tuvo opciones. La mafia era su única familia. Ahora debía pagar el precio. Lo peor… lo haría por amor. Nunca, nada, le paso factura. Salvo ella. Susana. Su amor. Su protegida. Su elegida. Su fruta prohibida. La nieta de su jefe. 18 años. Virgen. Sexy. Descarada. Peligrosa. Traviesa. Juguetona. Y ahora, en peligro. Debian ocultarla. Y Marcos debía encargarse. Lo hizo… a un precio. Y el precio, era ella. La fruta prohibida. Pero el precio iba a ser… … mucho mas alto.