El viejo periodismo

La poesía tiene una ventaja frente a la ficción: como el periodismo, también busca eso que llamamos verdad.»

¡Pará! Decir «periodismo de datos» es otra cosa que me enerva. El periodismo qué mierda es: el periodismo es juntar datos, y tratar de ponerlos de una manera inteligible. Hablar de periodismo de datos es como hablar de medicina de remedios.

sin editar, incluso con faltas de ortografía. Estamos en un clima de excelencia técnica bajísima.

El problema de fondo es que, en muchos medios, hay textos que se publican

una forma de entender el periodismo. Querer demostrar que lo que cuentas es verdad es más importante que contarlo. Como si hubiera que taparse.

no te lo cuenta alguien de adentro, casi nunca te enteras. Y el que te lo cuenta tiene su agenda, lo hace con un fin, en el que el periodista es su instrumento.

despojado de esas pequeñas malformaciones, de esos quistes que serían los funcionarios corruptos, incorrectos y demás.

es bastante triste que crean que lo que importa es siempre —o casi siempre— contar el poder, los entresijos y los pequeños errores y excesos del poder, para cuidarlo, para limpiarlo, para que pueda seguir funcionand

.: Cada vez me jode más la influencia que alcanzó en nuestros países ese periodismo atildado, pasteurizado, tan seguro, tan satisfecho de sí mismo, tan bien afeitado que podríamos llamarlo Periodismo Gillette. Que viene con ínfulas de superioridad moral porque les preguntan las cosas a dos o tres personas y dice que hay que tener dos fuentes, tres fuentes, y escriben como si se aburrieran.

Periodismo Gillette. Ese periodismo bien afeitadito.