¿Es posible olvidar algo que nunca ha ocurrido? Como detective privada, Lottie es experta en destapar las mentiras de otros. Ojalá su instinto funcionara tan bien con las que le afectan a ella. Y, puestos a pedir, también podría aprender a decir que no alguna vez. Como, por ejemplo, cuando su ex mejor amiga, Lizbeth, reapareció en su vida con un par de proposiciones. Un «no» le habría ahorrado un montón de recuerdos amargos y algún que otro dolor de cabeza. Especialmente uno que responde al nombre de Aaron, y cuyo único pasatiempo ha sido siempre poner a prueba su paciencia. Aaron sabe que se ha ganado a pulso la desconfianza de Lottie y que, por mucho que se disculpe por su yo del pasado, que ella lo deje entrar de nuevo en su vida no va a resultar nada fácil. Ni siquiera ahora que lo necesita. ¿El problema? Que por mucho que traten de resistirse al juego del otro, ninguno de los dos puede dejar de pensar en qué habría ocurrido si aquel estúpido adolescente la hubiera besado.
