Los Teresos

“Toda persona puede abominar de la crueldad y de la estupidez del mundo en que nos ha tocado vivir haciendo de su propia vida un poema de absurdo e incoherencia”.

Así que le dije: “Espero que esto se disipe como un mal sueño”. Y cerré la puerta y bajé.

Ahora te toca a vos. Porque me acuerdo esa vez que fuimos a ese recital de poesía que organizaron tus amigos. Me daba vergüenza ajena.

TAMARA: Lo que pasa es que sin vergüenza no hay poesía.

La facultad de filosofía sólo sirve para eso, para contar anécdotas. (Se ríe). Por eso cuando la filosofía tuvo que ponerse a hacer guita se convirtió en psicoanálisis…

A veces no entiendo por qué la gente deja de verse…

Las casas son una caja de resonancia de los que vivieron en ella. Y si yo vengo acá, quiero saber qué pasó antes, cómo tengo que tratarla…

Podés quedarte acá, John. Pero tené en cuenta que pocas veces suceden hechos que modifican nuestra vida con la potencia del acontecimiento. ¿Qué es un acontecimiento? Algo que cambia nuestra vida para siempre.

TAMARA: No se me ocurrió. ¿Por qué no estás siempre conmigo para ayudarme? Siempre me ayudás a resolver mis dudas. Por eso te amo.

El Hombre fuma y le pasa el porro a la Mujer. Ella niega con la carpeta. Le dice que se apure.

HOMBRE: Ahora voy a estar relajado. Es que… escucho una voz que me habla cuando no estoy fumado. Si estoy fumado la voz se pone afónica. El humo la vuelve muda.

Perdón, pero yo no puedo hacer yoga. Fumo marihuana. No me puedo concentrar en nada. Y mi cabeza es como un tarro de mermelada a la deriva en un micro por un camino ripioso.