Gustav Meyrink

El cardenal Napellus

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A diferencia de su contemporáneo, el joven Wells, que buscó en la ciencia la posibilidad de lo fantástico, Gustav Meyrink la buscó en la magia y en la superación de todo artificio mecánico. “Nada podemos hacer que no seaa mágico”, nos dice en “El cardenal Napellus”; sentencia que hubiera aprobado Novalis. (…) Albert Soergel ha conjeturado que Meyrink empezó por sentir que el mundo es absurdo y que por consiguiente irreal. Estos conceptos se manifestaron primeramente en libros satíricos; luego, en libros fantásticos y atroces. Los tres relatos reunidos aquí prefiguran su obra capital, El Golem…
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60 páginas impresas
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Citas

  • Alejandra Espinocompartió una citahace 2 años
    “Y, cada vez, la gran garganta del lago me repetirá que es cierto que sobre la corteza terrestre, activados por el sol, crecen venenos terribles, pero que el interior de la tierra, sus abismos y precipicios son inmunes y las profundidades son puras.”
  • Alejandra Espinocompartió una citahace 2 años
    Dentro de los muros del convento hay un jardín, donde florece en el verano, un cantero cargado de esas mortíferas plantas azules, que los monjes regaban con la sangre de las heridas que se hacían autoflagelándose. El que entra en la comunidad debe plantar esta flor, que recibe, como en el bautismo, el nombre del neófito.” “La mía se llamaba Hieronymus y se bebió mi sangre, mientras año tras año me consumía en la vana invocación de un milagro: que el Invisible Jardinero regase también con una sola gota de agua las raíces de mi vida.”
  • Alejandra Espinocompartió una citahace 2 años
    Llámenla por su verdadero nombre: la ciencia es, para nosotros, sólo un pretexto para hacer algo, no importa lo que sea; la vida, la horrible y aterradora vida, que nos ha secado el alma, que nos ha robado nuestra íntima personalidad… y, entonces, para no gritar continuamente nuestra desesperación, corremos detrás de caprichos infantiles… para olvidar lo que hemos perdido. Sólo para olvidar. ¡No tratemos de engañamos!
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