La trilogía transcurre en Galicia con alguna escena madrileña, durante los últimos años de la segunda República. Es una descripción aparentemente realista de unos hechos alejados de lo posible, y con un desenlace pesimista: aunque todo cambie, nada cambiará.Una España profunda, anclada en los usos del XIX y ajena a todo lo que estaba ocurriendo en Europa. Caen los caciques, pero llegan nuevos amos; cambian las etiquetas políticas, pero los resultados son los mismos; una mujer puede ser fuerte e independiente, pero finalmente se llega a situaciones que cuesta creer que en otro tiempo fuesen posibles.Finalmente Carlos Deza tiene que tomar partido, igual que toda la sociedad de Pueblanueva. Las palabras dejan paso a los hechos, enmarcados en los últimos años de la segunda República.