La dama de blanco, publicada en 1859, es una obra maestra de la novela gótica y uno de los primeros ejemplos del suspense criminal en la literatura. Esta narrativa intrincada se desarrolla a través de múltiples perspectivas, lo que permite al lector sumergirse en los misterios y la intriga de la historia. Collins emplea un estilo vívido y descriptivo, creando una atmósfera opresiva y cautivadora que envuelve al lector desde las primeras páginas. Ambientada en la Inglaterra victoriana, la trama se entrelaza con cuestiones sociales y de clase, abordando temas de identidad, locura y la lucha por la justicia en un contexto de vulnerabilidad femenina. Wilkie Collins, contemporáneo de Charles Dickens, fue un innovador en la novela de misterio y suspense. Su experiencia personal y su interés por lo sobrenatural y lo legal reflejan la complejidad de su obra. Collins padeció problemas de salud que le llevaron a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y la moralidad, elementos que permeaban su escritura. A través de La dama de blanco, el autor no solo ofrece una trama absorbente, sino también una crítica de la sociedad victoriana en la que vivía. Recomiendo La dama de blanco no solo por su intrigante relato, sino también por su profundidad temática y técnica narrativa. Es una lectura esencial para aquellos interesados en el desarrollo de la novela de misterio y los dilemas sociales del siglo XIX. La maestría de Collins en tramas complejas y su análisis del comportamiento humano hacen de esta obra un clásico atemporal que sigue resonando en la literatura contemporánea.