Pocas eran las conclusiones que podían sacarse de los restos abrazado de Rosen, después de que su coche estallara envuelto en llamas e un mercado negro situado junto a la carretera de circunvalación de Moscú. Todo apuntaba que una bomba había sido la causa del incidente, sin embargo nadie había visto nada y, misteriosamente, todos los testigos habían desaparecido. Arkado Renko, en un principio apartado del caso, cuenta con pocas pistas pero no está dispuesto a abandonar. Está decidido a poner al descubierto a los miembros de la mafia que controla el mercado negro de Moscú y que extiende sus tentáculos hasta Munich y Berlín.
