Margarita
nació y creció queriendo cambiar las reglas y normas establecidas
en su entorno. A los 30 años, dejó de trabajar como profesora de jardín de infancia para llevar una vida considerada como normal en aquellos tiempos: cuidar a sus hijos y ayudar a su marido en su negocio.
Desde
aquel momento, las enfermedades irrumpieron en su vida. Lejos de amedrentarse y convertirse en “una enferma crónica”, Marga
decidió rebelarse y enfrentarse a médicos, diagnósticos y tratamientos paliativos, para dedicarse en cuerpo y alma a la
búsqueda de su bienestar personal.
Esta
búsqueda le llevó a crear un centro donde compartir todo su aprendizaje vital. En este centro, Margarita es psicóloga,
terapeuta, confidente, bálsamo y consejera de cientos de mujeres.
Marga
tiene una sensibilidad muy especial y un enfoque de la vida único
que rezuma optimismo y vitalidad. Y está viva ¡¡Bien!!