Miguel Ángel Asturias

Hombres De Maíz

Avisarme cuando se agregue el libro
Para leer este libro carga un archivo EPUB o FB2 en Bookmate. ¿Cómo puedo cargar un libro?
  • Geovanny Emmanuel Mejía Gaitáncompartió una citahace 6 meses
    Grande era su fuerza, grande era su danza. Su fuerza eran las flores. Su danza eran las nubes.
  • Geovanny Emmanuel Mejía Gaitáncompartió una citahace 6 meses
    Bebió para sentirse quemado, enterrado, decapitado, que es como se debe ir a la guerra para no tener miedo: sin cabeza, sin cuerpo, sin pellejo.
  • Geovanny Emmanuel Mejía Gaitáncompartió una citahace 6 meses
    Bebió para sentirse quemado, enterrado, decapitado, que es como se debe ir a la guerra para no tener miedo: sin cabeza, sin cuerpo, sin pellejo.
  • Geovanny Emmanuel Mejía Gaitáncompartió una citahace 6 meses
    El Gaspar se estiró, se encogió, volvió a mover la cabeza de un lado a otro para moler la acusación del suelo, atado de sueño y muerte por la culebra de seiscientas mil
  • Abigail Mirandacompartió una citael año pasado
    Botó el pelo en la última peinada. Heredero del Hotel King y sus dieciséis mil ratas, el señor Nicho Aquino. Tatacuatzín Goyo Yic y María Tecún volvieron a Pisigüilito. Ella enviudó de su segundo marido, el postizo. Sólo un marido se tiene, todos los demás son postizos. Benito Ramos, el del pacto con el Diablo. Murió de hernia.
  • Abigail Mirandacompartió una citael año pasado
    A sus espaldas de mujer de cuerpo de aire, de solo aire, y de pelo, mucho pelo, solo pelo, llevaba a su hijo, hijo también del Gaspar Ilóm, el hombre de Ilóm, llevaba a su hijo el maíz, el maíz de Ilóm, y erguida estará en el tiempo que está por venir, entre el cielo, la tierra y el vacío.
  • Abigail Mirandacompartió una citael año pasado
    El Curandero abrió los brazos para tocar la piedra, vuelto a la figura humana que veía en ella, él también humano, antes de disolverse en el silencio para siempre.

    —¡María la Lluvia, la Piojosa Grande, la que echó a correr como agua que se despeña, huyendo de la muerte, la noche del último festín en el campamento del Gaspar Ilóm! ¡Llevaba a su espalda al hijo del invencible Gaspar y fue paralizada allí donde está, entre el cielo, la tierra y el vacío! ¡María la Lluvia, es la Lluvia! ¡La Piojosa Grande es la Lluvia!
  • Abigail Mirandacompartió una citael año pasado
    el habla del Curandero, al contestarle que en aquella piedra se escondía el ánima de María la Lluvia.

    —¡María la Lluvia, erguida estará en el tiempo que está por venir!
  • Abigail Mirandacompartió una citael año pasado
    Si no es María Tecún ni María Zacatón, entonces, esta piedra, ¿quién es?, Venado de las Siete-rozas…
  • Abigail Mirandacompartió una citael año pasado
    Los Zacatón fueron descabezados por ser hijos y nietos del farmacéutico que vendió y preparó a sabiendas el veneno que paralizó la guerra del invencible Gaspar Ilóm, contra los maiceros que siembran maíz para negociar con las cosechas.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)