Fernando Gonzalez Andrade

De Regreso Al Presente

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Nuestra historia comienza al romper el alba a lo largo de la cartera Laredo México a Bordo de un camión de pasajeros y viaja rumba al sur del país. El año, 1958 y a principios Del verano. A aquella tempana hora la mayoría de los pasajeros dormían.

El ingeniero Esteban Saucedo se despertó y se sintió muy satisfecho de ver. que el camión no iba repleto, pues cuando mucho viajaban unas 22 personas, razón por la cual él iba solo en su asiento, y no era por falta de pasajeros en las terminales, lo que pasa es que aquel camión era de los de lujo; y la mayoría viajaba en autobuses de Segunda o de tercera.

Esteban notó también que se sentía muy bien, pues había dormido lo más del camino desde que abordó el camión la noche anterior en la ciudad de Saltillo; él se estiró perezosamente cuan largo era para relajar sus músculos; luego ocupó todo el asiento adoptando una mejor y más cómoda postura.

Mientras el camión devora la distancia él distrajo su mirada a través de la ventanilla y mareaban sus ojos el pasar de las formas caprichosas de arbustos y chaparrales de Aquella semi desértica región.

¡Qué silenciosos le parecían aquellos magueyales!…

¡Qué solemnes y a la vez, qué tristes le parecían todas aquellas palmillas del desierto!…

Y para no ceder ante la fuerza imnotizante de todos aquellos paisajes en tropel que tenían como eje aquel hermoso horizonte allá en la lontananza del dorado amanecer, cerró sus ojos dejando que el carrusel del mundo siguiera girando allá afuera y en la comodidad de su asiento lentamente empezaron a pasar por su memoria todos los detalles de los acontecimientos que lo pusieron en aquel viaje.

Él era un joven de 30 años; de tez blanca; alto, delgado, varonil y muy bien parecido; y aunque desde sus años de secundaria siempre había tenido mucho impacto con las chicas, él, en sí, no era ningún creído ni mucho menos vanidoso; se sabía admirado, sí, pero sin decir que era tímido, era muy serio.

Con su imaginación pues, se fue unos años atrás a la Clara, tranquila y fresca tarde allá en la ciudad de Saltillo cuando su guapa esposa Estela Parra aun era su novia; Aquella chica de estatura mediana, Blanca y muy guapa, cuando era estudiante de química; ya llevaban un noviazgo de algo así cómo tres años; enamorados sincera y profundamente Uno del otro; una pareja normal Como hay muchas, con sus reclamos de celos; infundados las más de las veces; con una de berrinches y discusiones airadas; en donde ambos se reclamaban, más que infidelidad, frivolidad; y tal vez había algo de esto por parte de los dos; y es que… si no habiendo belleza hay ego, pues habiendola, con más razón.

Y es que… habiendo belleza en el hombre o en la mujer, hay atractivo… y quiérase que no… halagos, y la mayoría de las veces, estos, dan paso a la vanidad en una mujer; y en un hombre, a veces; ¿por qué no?

Estela creía tener bien fundado su punto de vista respecto a esto, pero la verdad no eran más que sus celos lo que le hacían creer que Esteban se complacía con la mucha atención que le brindaban sus amigas; y éste a su vez le reclamaba la mucha atención que ella recibía de parte se sus amigos que de acuerdo a su punto de vista descaradamente la cortejaban; con el agravante de que los padres de ella no estaban muy entusiasmados con que él fuera su novio. Y no es que él les cayera mal, lo que pasaba es que ellos preferían para su hija el novel doctor Manuel delgado, que de delgado no tenia más que el apellido, porque el joben aquel, aunque era muy simpático, estaba algo gordito, aunque a Esteban le caía gordote, pero el joben doctor era viejo amigo de la familia. Ora… de que a Esteban le caía gordo, le caía gordo, ya que al parecer no perdía las esperanzas pues no dejaba de visitarlos y su novia no dejaba de atenderlo, por la sencilla razón de que ella lo tenia entre sus mejores amigos; además se conocían desde la infancia, pero para los celos de Eteban, ello no era motivo para que Estela se desviviera en atenciones cada vez que los visitaba. Mas la v
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196 páginas impresas
Año de publicación
2017
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