Año 365 d. C. El Imperio Romano agoniza. Paganos y cristianos luchan por su control y no dudan en matar para ocupar el trono. Ni siquiera las provincias de Hispania se libran del látigo del miedo y la conspiración. Será en ellas donde se geste la leyenda del último de los generales que engrandeció el nombre de Roma: el conde Flavio Teodosio, seguidor de Mitra, comandante en jefe de las tropas de Hispania. Una profecía aparecida en Jerusalén pondrá en riesgo todo aquello en lo que cree. Su camarada de armas, el emperador Valentiniano I, se convierte en objetivo de una elaborada trama política que busca reemplazarlo y en la que se verán inmersos Teodosio y toda su familia. En una novela en la que política, religión, vida militar e intriga se entrecruzan y confunden, he tratado de trasladar al lector a los primeros tiempos del Cristianismo en Hispania y a los orígenes del Camino de Santiago