gran jardín trasero.
Nada más entrar se veía la escalera para ir al piso de arriba, a la derecha estaba el salón, que era bastante amplio, a la izquierda la cocina, al fondo había un cuarto de baño pequeño y arriba estaban las habitaciones y un cuarto de baño más grande. No había casi muebles, pero, como en otras ocasiones, mi padre llamaría a alguna tienda o almacén de muebles de la zona para que nos amueblasen la casa. También había un sótano al que se accedía por una entrada que había fuera, pero estaba totalmente vacío.