De ahí que toda la ciudadanía debe notar la trascendencia insospechada del derecho —y deber— de la seguridad social en salud y en pensiones, que forma parte de las etapas de la vida de los peruanos, sin distinción alguna, desde su concepción, nacimiento, juventud, vejez, hasta su muerte e inclusive más allá de ella, como por ejemplo cuando se reconoce y otorga el derecho a una pensión de viudez o de orfandad.