esta línea de argumentación transdisciplinaria, Mario Bunge (1982) deriva la economía, en última instancia, de la biología, lo cual debe entenderse en el sentido de que, antes que nada, los seres humanos constituimos una especie animal: homo sapiens; del género homo o de primates homínidos (hay otros homo como el erectus, el habilis, el neanderthalensis, etc.; todos extinguidos) y perteneciente al orden de los primates