Generalmente creemos que el Padre es trascendente y que está allá lejos en el cielo; de forma similar, el Hijo parece muy lejos en la historia y por lo tanto relativamente difícil de conocer. Pero el Espíritu Santo está activo en las vidas de los creyentes; vive en nosotros. Es la persona particular de la Trinidad a través de la cual la divinidad trina obra en nosotros en la actualidad.