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Amia Srinivasan

  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Willis sostenía que tanto el feminismo promujer como el antisexo reforzaban la idea conservadora de que los hombres desean el sexo mientras que las mujeres se limitan a soportarlo, una idea cuya «función social principal» era la de restringir la autonomía de las mujeres en todo ámbito más allá del dormitorio (o del callejón). Ambas formas de feminismo, decía Willis, les pedían a las mujeres «que aceptasen una espuria superioridad moral como sustituto del placer sexual, y los frenos a la libertad sexual de los hombres como sustituto de un poder real».
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    La demanda de un acceso igualitario al mundo laboral es más relevante para las mujeres blancas de clase media, de las que se esperaba que se quedaran en casa, que para las mujeres negras y de clase obrera, de las que se ha esperado siempre que trabajasen junto a los hombres.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Lo importante ahora, se tiende a considerar, es tomar por cierta la palabra de las mujeres. Si una mujer dice que disfruta haciendo porno, o cobrando por acostarse con hombres, o dejándose llevar por fantasías de violación, o calzando tacones de aguja –e incluso si no solo disfruta de estas cosas, sino que le parecen emancipadoras, parte de su praxis feminista–, nuestra obligación, consideran muchas feministas, es creerla. Y no se trata tan solo de una afirmación epistémica –que el hecho de que una mujer afirme algo sobre su propia experiencia nos da motivos sólidos, aunque tal vez no irrevocables, para tomarlo por cierto–; es también, puede que en primer lugar, una afirmación ética: un feminismo que maneja con demasiada libertad las ideas de autoengaño es un feminismo que se arriesga a dominar a los sujetos que pretende liberar.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Pero para comprender qué clase de trabajo es el trabajo sexual –qué clase de actos físicos y psicológicos se venden y se compran, por qué es una mayoría abrumadora de mujeres la que lo ejerce, y una mayoría abrumadora de hombres la que paga por él– algo habrá que decir sobre la formación política del deseo masculino. Y algo habrá que decir, al hilo de esto, sobre otras formas de trabajo femenino: enseñar, atender, cuidar, maternar.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    En otras palabras, la mirada positivista sexual amenaza con servir de tapadera, no solo a la misoginia, sino al racismo, al capacitismo, a la transfobia y a cualquier otro sistema opresivo que se cuele en el dormitorio, por medio del mecanismo aparentemente inocuo de la «preferencia personal».
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    La obvia ironía de What the Flip? es que Grindr, por naturaleza, anima a sus usuarios a dividir el mundo entre los que son objetos sexuales factibles y los que no conforme a unos marcadores de identidad de lo más toscos, a pensar en términos de «requisitos» y «líneas rojas» sexuales. Con ello, Grindr no hace más que ahondar esos surcos discriminatorios por los que se mueven ya nuestros deseos. Pero podría decirse que las citas online –y, en especial, las interfaces sintéticas de Tinder y Grindr, que reducen la atracción a los elementos esenciales: cara, altura, peso, edad, raza, frase ocurrente– han cogido lo peor de la actual situación de la sexualidad y lo han institucionalizado en nuestras pantallas.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Hablar de personas injustamente marginadas o excluidas en el ámbito sexual puede allanar el camino a la idea de que estas personas tienen algún derecho al sexo, un derecho contra el que atentan los que se niegan a acostarse con ellas. La perspectiva es perturbadora: nadie tiene la obligación de acostarse con nadie. También esto es un axioma.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Nadie goza de una prerrogativa sexual, y todo el mundo tiene derecho a desear lo que quiera, pero las preferencias personales –POLLAS NO, FEMS NO, GORDOS NO, NEGROS NO, ÁRABES NO, NI CHINOS NI PANCHITOS, SIN PLUMA– rara vez son solo personales.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Ese discurso, como Chu sabe bien, amenaza con respaldar los argumentos de las feministas antitrans: que las mujeres trans equiparan y confunden la feminidad con los adornos de la feminidad tradicional y refuerzan, así, el influjo del patriarcado.
  • pez-koicompartió una citahace 2 años
    Un feminismo que abjura totalmente de la crítica política del deseo es un feminismo que poco podrá decir sobre la injusticia de la exclusión y la malgenerización que sufren unas mujeres que tal vez sean las que más necesitan del feminismo.
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