Olivia Gallo

Quizá eso era ser parte de una familia, comportarte con sus miembros como si tuvieras un secreto que pudiera arruinarlos a todos

La ansiedad por la lectura se me potenció mucho en este tiempo, así que leí todo mezclado y aún no terminé casi nada. Sigo muchas cuentas de librerías, desde mi cuenta personal y desde las del trabajo, así que siempre siento que hay mucho más por leer y que, por lo tanto, me estoy perdiendo de cosas todo el tiempo.

A mí me gustan las películas porque casi siempre le protagonista tiene que tomar una decisión final en la que se juega su identidad. Y en la vida esos momentos existen, pero no es un momento único, sino que son muchos, ocurren varias veces.

“Estoy intranquilo y venenoso. Ayer antes de dormirme tenía en la parte superior de la cabeza una llamita vacilante y fría. Ya se ha instalado encima de mi ojo izquierdo una tensión permanente”.

Tenía unas arrugas bien marcadas en el entrecejo, finas y onduladas como los ríos de los mapas.

“Es como si tuviera una máquina de humo enfrente.”

¿No es este el mismo mar,

y ya no jugaremos en él como antes

¿No es este el mismo mar,

y ya no jugaremos en él como antes

Son todas iguales: árboles y pasto a los costados, luces de peajes a lo lejos, bultos de perros muertos en las banquinas.

fingí que no había escuchado bien. Levanté un poco las cejas con la vista fija en el celular. Jero me agarró un brazo y lo bajó como si fuera una palanca. Fue bastante brusco, pero después se quedó sosteniéndome la mano