Daniel N. Chodowiecki

  • Martha Lunacompartió una citahace 7 meses
    Podría llevar la mejor y más dichosa de las existencias si no fuera un necio
  • Martha Lunacompartió una citahace 7 meses
    ¡Ay, este vacío! ¡Este terrible vacío que siento en mi pecho…! A menudo pienso: «Si pudieras estrecharla sólo una vez, tan sólo una vez contra este corazón, todo ese vacío se llenaría».
  • Christian Danielcompartió una citahace 4 meses
    El género humano es una cosa uniforme. Los más se afanan la mayor parte del tiempo trabajando para vivir, y lo poco que les resta de libertad les da tanto miedo que recurren a todos los medios posibles para deshacerse de ella. ¡Oh, condición humana
  • b7380837836compartió una citael mes pasado
    Y, mi querido amigo, con motivo de este pequeño asunto he vuelto a comprobar que los malentendidos y la pereza ocasionan si cabe más extravíos en el mundo que la astucia y la maldad
  • b7380837836compartió una citael mes pasado
    Tengo tantas cosas, y los sentimientos que tengo lo devoran todo; tengo tantas cosas y, sin ella, todo es para mí lo mismo que nada.
  • Paula Guilléncompartió una citael año pasado
    . Su sangre, que por lo general fluía tan pura y ligera, se hallaba en un estado de febril agitación; miles de emociones perturbaban su hermoso corazón.
  • Paula Guilléncompartió una citael año pasado
    Todo está tan silencioso a mi alrededor, y tan serena mi alma.
  • Paula Guilléncompartió una citael año pasado
    Ay, yo no pensaba que el camino habría de conducirme hasta aquí…! ¡Tranquilo! ¡Tranquilo, te lo ruego…! Están cargadas… ¡Están dando las doce! ¡Sea, pues…! ¡Lotte, adiós! ¡Adiós…!
  • Paula Guilléncompartió una citael año pasado
    Se había disparado en la cabeza, por encima del ojo derecho, el cerebro se le había salido. Para descongestionarlo le hicieron una sangría en el brazo. La sangre corrió, seguía respirando. De la sangre en el respaldo del sillón pudo deducirse que había consumado su acción sentado delante del escritorio, luego se había desplomado, agitándose convulsionado cerca de la silla. Yacía exánime, postrado de espaldas frente a la ventana, completamente vestido, con las botas puestas,
  • Paula Guilléncompartió una citael año pasado
    El pulmón aún daba terribles estertores, a veces más débiles, otras más fuertes. Esperaban su final.
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