Paula Gürtler

Es evidente que el mito de que un rayo “nunca cae dos veces en el mismo sitio” no puede tener un fundamento real. ¿Cómo puede saber una corriente eléctrica aleatoria dónde cayó antes? A menos que Zeus o Thor lleven un registro de sus blancos, no es una defensa creíble contra los rayos.

estas piedras eran por lo general puntas de hacha de la Edad de Piedra, pero se creía que la piedra había tomado esa forma luego de que le cayera un rayo. Si se colocaba una de estas piedras en el lugar que se buscaba resguardar, la aversión del relámpago por volver a caer en el mismo sitio concedería la protección necesaria

La propiocepción es la conciencia de la ubicación de las partes del cuerpo, y es esencial para manejar nuestra interacción con el mundo que nos rodea.

siempre es verano en alguna parte

Así también se confirmó que la corteza de sauce efectivamente sirve para disminuir el dolor, puesto que contiene salicina, una sustancia que en su presentación como ácido salicílico se conoce como aspirina

Desde la época de Benjamin Franklin hay dos teorías acerca de su funcionamiento. Los pararrayos pueden reducir la probabilidad de que caiga un rayo mediante la reducción de la diferencia de voltaje entre el cielo y el techo cuando se induce un voltaje en el pararrayos, o pueden conducir la descarga del rayo hacia la Tierra por un camino seguro. En la práctica, hay poca evidencia que confirme que alguno de esos dos mecanismos funciona de verdad. Sin embargo, antes de su desarrollo en el siglo

la mayor influencia en el resultado referido luego de la ingesta de azúcar en la vida cotidiana es la expectativa de los padres.

Si los adultos creen que los niños han consumido azúcar, observan un mayor comportamiento hiperactivo porque eso es lo que esperan. Estas expectativas no surgen de la nada, sino que ponen de relieve un problema clásico en la interpretación de los resultados científicos: la confusión entre la correlación y la causalidad.

Es cierto que el pelo y las uñas pueden verse más largos después de la muerte en comparación con el momento en que se enterró el cadáver, pero es una cuestión de movimiento relativo. No se trata de que el pelo y las
uñas crecen, sino que la piel circundante y el tejido blando se encogen a medida que se deshidratan.

Los camaleones también usan el color para administrar la temperatura: los colores más claros reflejan mejor el
infrarrojo, mientras que los colores oscuros lo absorben. Al aclararse la piel cuando la luz del sol es intensa, los animales pueden evitar el sobrecalentamiento.