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Delia Owens

  • b9183049347compartió una citahace 2 años
    Quería conocer a esa persona del otro lado del buzón que sabía que la luz ordinaria se ve refractada por prismas microscópicos en las plumas de los colibríes y crea la iridiscencia de su cuello rojidorado.
  • Yanel Arenascompartió una citahace 2 años
    n macho inferior necesita gritar para que se fijen en él.
  • Yanel Arenascompartió una citahace 2 años
    Recordó la definición que tenía su padre de un hombre: uno que puede llorar libremente, sentir la poesía y la ópera en el corazón y hacer lo que sea necesario para defender a una mujer.
  • Itzel Sotocompartió una citael año pasado
    hasta donde cantan los cangrejos
  • Natalia sanhuezacompartió una citahace 2 años
    Otras mañanas mamá hablaba de cosas de adultos que Kya no entendía, pero pensaba que las palabras de mamá necesitaban llegar a alguna parte, así
  • Natalia sanhuezacompartió una citahace 2 años
    las absorbía por la piel mientras echaba más leña en el horno. Y asentía, como si la entendiera.
  • Natalia sanhuezacompartió una citahace 2 años
    Kya regresó a los escalones del porche y esperó un largo rato, pero no lloró al contemplar el final del camino. Su rostro permaneció inmóvil, sus labios eran una fina línea bajo unos ojos escrutadores. Mamá no volvió ese día.
  • Natalia sanhuezacompartió una citahace 2 años
    Durante un rato estuvo tan tensa que no podía ni tragar, pero, entonces, la noche se llenó del canto familiar de las ranas arborícolas y las cigarras periódicas. Más consoladores que tres ratones ciegos con un cuchillo de carnicero. La oscuridad tenía un olor dulzón, el aliento terroso de ranas y salamandras que habían conseguido llegar al final de otro día de apestoso calor. La marisma se acurrucaba en ella misma con la neblina, y se durmió.
  • Natalia sanhuezacompartió una citahace 2 años
    pongas en medio, no dejes que te vea, huye de las manchas de sol a las sombras. Despertaba y salía de la casa antes de que él se levantara, vivía en el bosque y en el agua y volvía a la casa sin hacer ruido para dormir en su colchón del porche, lo más cerca posible de la marisma.
  • Natalia sanhuezacompartió una citahace 2 años
    los días siguientes, Kya aprendió de los errores de los demás, y quizá incluso más de los piscardos, cómo vivir con él. No te
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