que enseñemos a pensar y a sentir
en vez de a obedecer y a callar.
O que cambiemos los debos por los quieros
y los miedos por los puedos.
Puedo dejar de acordarme de ti
cuando me despierto de madrugada.
O puedo dejar de escribirte un mensaje
cada noche para luego borrarlo.
O puedes no querer todos tus lunes conmigo
si me dejas perderme en tu barriga.
O puedo dejar de poner mariposas
en todo lo que hago.
Todo es posible,
pero lo veo difícil.