Andrés Catalán

  • Nicté Toxquicompartió una citahace 9 meses
    Se me ocurrió un poema al quedarme

    dormida anoche, me desperté

    con el sol, no me acordaba de nada.

    Si era bueno, dioses

    de las grandes tinieblas

    donde acaba el sueño y acaba

    también la muerte, los sin nombre,

    como una sincera ofrenda

    aceptadlo.
  • Nicté Toxquicompartió una citahace 8 meses
    Ten cuidado cuando rindas homenaje a un artista.

    Estás elogiando el peligro.

    Estás estrechándoles la mano

    a los muertos y a los nonatos.

    Estás confiando en lo que no se puede confiar.

    La métrica del poeta sirve a una alegría anárquica.

    El narrador narra una sola historia: libertad.

    Sobre todo ten cuidado de rendir homenaje a artistas mujeres.

    Porque el ama de casa te llenará la casa de leones

    y junto con la abuela

    vendrán osos, caballos salvajes, enormes búhos, coyotes.
  • Wilmar Rodríguezcompartió una citael año pasado
    Pero el verdadero paseante ama caminar porque, lejos de distraerle, propicia la uniforme y abundante fluidez de una meditación apacible y semiconsciente.
  • Berenicecompartió una citahace 2 años
    ¿Por qué no tener una poesía y una filosofía fruto del entendimiento y no de la tradición, y una religión que nos haya sido revelada en lugar de la historia de la suya?
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 años
    Al mirar el perfil de su cara en la oscuridad, algo me sucede. Tú. Emoción. Tú.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 años
    fue más o menos hace un año, nos hicimos amantes, lo único que yo quería era que cesara la atracción. Atracción atracción atracción. Me atraía los brazos. Me atraía los ojos. Me atraía los pulmones. Me atraía el sudor en los muslos. Me atraía de noche, me atraía todo el día, atrayéndome sin dejarme caer, sin quemar, sin importar, ¿qué importa la atracción? «Es sólo amor», solía decir, riéndose, abriéndome la ropa. Llamaba a nuestros cuerpos «este lujo». «Ningún lujo es eterno», le respondía yo, y él replicaba, «eso está bien, no tenemos mucho tiempo». El amor le hacía tan feliz que empecé a llamarle el emperador de China. Había lugares donde el lujo disminuía, donde yo esperaba. Vi algo abrirse en un destello y luego lo perdí.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 años
    «Plantarte un beso», esta rara expresión. Me cayó encima como una partícula de luz desde el espacio exterior.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 años
    Coge dos palabras de dos medidas y apriétalas como unos labios sobre una herida. Emperador, concubina, fuego, papel.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 años
    el verano de 1553, cuando el emperador Hades de China recogió la corte imperial, incluyendo trescientas cortesanas y los enseres domésticos que cargaron en 1110 bandejas, y la trasladó a pie hasta la región del río Ta’o para contemplar el paisaje. Su consorte en esa época era Lady Cheng, una mujer de cuarenta años, con quien compartía el placer por la página impresa: casi un centenar de bandejas de poesía, ensayos, manuales médicos, teatro, novelas de detectives y pornografía. De la mano del propio emperador tenemos cuatro páginas de caligrafía sobre qué hace mujer a una mujer, qué hace que separe los labios y cierre los ojos. Es un manuscrito hermoso, en el escueto y seco estilo que se cultivaba en aquel periodo.
  • Ivana Melgozacompartió una citahace 2 años
    Mientras rodábamos por la autopista solía echar un vistazo al cuentakilómetros y gritar: «¡Que alguien recuerde este número!». Yo era ese alguien. Recordaba ese número. Durante horas, durante años.

    Estoy convencida de que a las mujeres les gusta que les encarguen tareas sin mucha responsabilidad. No te preocupes de montar la tienda, sujeta sólo este poste. Llena sólo este balde. Corta sólo esta cebolla. Recoge sólo ramas del mismo tamaño. La coordinación es importante en las tareas sin mucha responsabilidad, sé que cuando acaban las palabrotas es el momento de sostener el poste. La exactitud es importante, aunque depende de para qué sean las cifras, pero normalmente no lo descubro hasta más tarde. El buen humor es importante, las cariátides a menudo sobreviven a las estructuras en las que han sido construidas. Y ahora, mientras las clavijas de la tienda me abrasan las manos, puedo oír su voz diciendo: Por amor de Dios, no acabes siendo una de esas mujeres inútiles. Mi padre era un hombre que sabía cómo se hacen las cosas. Bueno, es cierto que los hechos naturales generalmente se me escapan. Sin embargo, ver cómo se levanta como si fuera una hilera de trigo y no hacer nada, sólo quedarme ahí, con la cara cada vez más caliente, mano sobre mano... ¡colaboradora! Eso es lo que soy. Las mujeres no son puras y saben que esa es la razón de que la ausencia de responsabilidad huela tan bien.
fb2epub
Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)