Intermedio Editores S.A.S

dioses mayores, que eran doce.

“Si no estamos creciendo, estamos muriendo”.

Nadie puede cambiar a alguien; pero ese alguien puede convertirse en la motivación por la que todo, en ese otro alguien, cambie. Yo transformé mi vida gracias a ella

Su nombre me parecía tan hermoso como sus ojos tan oscuros y a la vez tan brillantes que alcanzaban a iluminar toda mi alma.

atamos a nuestros corazones a través de una red social.

tuve el privilegio de saber lo maravilloso y lo doloroso que es enamorarse por Internet.

quería cambiar para compartir más cosas, solo por ella.

yo me enamoraba más sin saberlo. Sus palabras me transmitían una ternura y una dulzura que jamás sentí.

Había encontrado a la chica de mis sueños

de pocos amigos, que no sale mucho de casa y que prefere quedarse escuchando música en medio de la soledad de la habitación, rayando casi en la monotonía y el aburrimiento