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Henry David Thoreau

  • Salma Caristocompartió una citahace 2 años
    lanza su última música sin hojas

    —sinfónica explosión donde hubo nidos—,

    crujen todos los huesos de madera
  • Itzel Casaña Florescompartió una citahace 2 años
    ¿Qué hago en el bosque si estoy pensando en algo que no sea el bosque?
  • Haikucompartió una citahace 7 meses
    NOS pegamos a la tierra, ¡qué pocas veces ascendemos! Pienso que sería factible elevarnos un poco más. Podríamos trepar a un árbol, por lo menos.
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    Allí viví dos años y dos meses. Heme aquí de nuevo en la civilización.
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    En la mayoría de libros, el yo o primera persona es omitido; en éste se conserva; en cuanto a egoísmo, esa es la principal diferencia. Es corriente olvidarse de que, a fin de cuentas, es siempre la primera persona la que habla.
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    qué santo comer de sus sesenta acres, cuando el hombre ha sido condenado sólo a su porción de barro!
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    Por falaz destino, comúnmente llamado necesidad, se ocupa en acumular tesoros, como dice un viejo libro, que la polilla y la herrumbre echarán a perder y los ladrones saquearán. Que una vida así es de necios, lo comprenderá llegado a su final, si no antes.
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    ualidades de nuestra naturaleza, al igual que la lozanía de las frutas, sólo pueden conservarse con delicadeza. Y no es ésta, ciertamente, la que aplicamos a nuestras relaciones con el prójimo
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    aes alienum o cobre de otro porque algunas de sus monedas eran de este metal; y sin embargo, seguís viviendo y muriendo, para ser enterrados por el cobre ajeno; siempre prometiendo pagar, pagar mañana, y acabando hoy insolventes
  • Viktor Raskolnikovcompartió una citahace 2 años
    veces me maravilla que podamos ser tan frívolos, me atrevo a decir; que presenciemos impertérritos este espectáculo indecoroso, bien que un tanto extraño a nosotros, de esa forma de servidumbre llamada esclavitud de los negros.
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