Joan Riambau Möller

  • Josué Osbournecompartió una citael año pasado
    Nuestras vidas se desarrollan en el espacio, y el tiempo no es más que un accesorio, un residuo. Aunque conservo una memoria fotográfica, inútilmente nítida, de los lugares donde han tenido lugar los acontecimientos de mi vida, sólo consigo situarlos en el tiempo mediante laboriosos cotejos aproximativos.
  • Josué Osbournecompartió una citael año pasado
    El sentimiento de lo sublime surge por el hecho de que una cosa directamente desfavorable a la voluntad se convierte en objeto de una contemplación pura que sólo puede mantenerse apartándose con tesón de la voluntad y elevándose por encima de sus intereses; eso constituye lo sublime de ese estado de conciencia. Lo hermoso, por el contrario, aparta al espectador de la contemplación pura que requiere la apreciación de lo bello, presentándole objetos inmediatamente agradables que le excitan la voluntad y le hacen abandonar el estado de sujeto puro del conocimiento transformándole en un sujeto esclavizado, necesitado del querer.
  • Josué Osbournecompartió una citael año pasado
    Hay que insistir en ello: para Schopenhauer, la belleza no es una propiedad que pertenezca a ciertos objetos del mundo excluyendo a otros; por lo tanto, no es la capacidad técnica lo que puede producir su aparición; por el contrario, sigue necesariamente a toda contemplación desinteresada.
  • Josué Osbournecompartió una citael año pasado
    La contemplación apacible, liberada de toda reflexión y deseo, del conjunto de los objetos del mundo: esa es la estética de Schopenhauer, tan simple como profundamente original, tan alejada en el fondo del clasicismo como del romanticismo. Semejante concepción no pertenece realmente a la historia de la cultura occidental y puede verse en ella un primer indicio de que Schopenhauer se aproxima al «pensamiento más profundo» que le conducirá, como decía Nietzsche, al «peligro de un nuevo budismo en Occidente
  • Josué Osbournecompartió una citael año pasado
    Si el mundo en su conjunto es inaceptable nada impide, sin embargo, sentir hacia la vida un desprecio particular. No hacia la «vida humana»: hacia la vida. La vida animal no sólo es absurda, sino atroz. «¡Qué execrable es esa naturaleza de la que formamos parte!», exclama Schopenhauer tras Aristóteles.
  • Josué Osbournecompartió una citael año pasado
    En el caso de Schopenhauer, el problema es que la primera función hace imposible la segunda; de hecho, su filosofía conduce a conclusiones simples: el mundo es lamentable, una cosa que sería mejor que no existiera; dentro del mundo, el universo de los seres vivos constituye una zona de sufrimiento agravado; y la vida humana, su forma más elaborada, es también la más rica en dolores.
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