Milena Busquets

El problema con las familias que uno elige es que desaparecen más fácilmente que las de sangre.

Todos parecemos más jóvenes cuando somos felices

“También esto pasará”». Y añadiste: «El dolor y la pena pasan, como pasan la euforia y la felicidad».

Conseguí que mi madre me quisiese a base de empeño, talento, dedicación, inteligencia, estilo, belleza, elegancia, obediencia, esfuerzo. No sé si mi hermano lo consiguió. Y, sin embargo, hubiese dado la vida por cualquiera de los dos y era una de las personas más inteligentes, generosas, vitales y sensibles que he conocido. Pero ninguna de esas cualidades garantiza que una vaya a ser una buena madre. Mi madre tampoco se sintió querida

Para un niño, sus ojos también son sus manos y su boca, como para los enamorados.

En el amor no se contraen deudas, todo lo que se da, se da a fondo perdido.

Fuiste depositando, poco a poco y sin darte cuenta, toda la responsabilidad de tu menguante felicidad sobre mis hombros. Y me pesaba, me pesaba incluso cuando estaba lejos, incluso cuando empecé a entender y aceptar lo que pasaba, incluso cuando me aparté un poco de ti al ver que, si no lo hacía, no sólo morirías tú bajo tus escombros

El problema con las familias que uno elige es que desaparecen más fácilmente que las de sangre

Y te quedaste con nuestra perra. Y la hiciste tuya, como hacías con todo lo que amabas, con todos, les robabas una vida, les regalabas una vida, mucho más amplia y aireada y divertida que cualquier cosa que hubiesen conocido antes o que fuesen a conocer después

Cuando el mundo empieza a despoblarse de la gente que nos quiere, nos convertimos, poco a poco, al ritmo de las muertes, en desconocidos