Caroline Myss

como si nuestros huesos hubieran crecido demasiado para que nuestra piel pudiera contenerlos.

La perfección nunca debe ser el objetivo; el objetivo es la práctica. Vive conscientemente y alimenta tu práctica.

Lo que es grande es realmente pequeño; lo que es pequeño es realmente grande.

Lo que da miedo es realmente el camino seguro; lo que parece seguro es tu miedo hablando.

Lo que parece caos es, en realidad, una futura bendición disfrazada.

Tu mayor poder es la humildad; tu mayor debilidad es la humillación.

El grano de mostaza —un alma clara— tiene más poder que la montaña —un grupo de personas en caos—.

El poder de la oración y la gracia —saber cómo trabajar en armonía con el cosmos— influye en la totalidad de la vida, mientras que intentar dominar a una persona te destruye.

Tu ego —y no el de otra persona— es tu adversario más implacable.

El infortunio es el resultado de pensar que otros se ocuparán de tus problemas o que desaparecerán por arte de magia.

Tus problemas llevan tu nombre porque eres tú quien los ha de resolver.

Antes de tomar una decisión o emprender una acción, pregúntate a ti mismo: ¿Es esta una elección sabia o me estoy ganando el infortunio?

Las expectativas conducen inevitablemente a decepciones. No hagas juicios. No tengas expectativas. Y renuncia a la necesidad de saber por qué las cosas suceden como suceden.

Tienes que hacer frente al miedo a que tu vida se vuelva irracional, porque ya lo es. En realidad, nunca ha sido razonable,

Y recuérdate cada día de tu vida: ‟Este día no volverá a repetirseˮ. Nunca verás el mismo amanecer o atardecer. Nunca te sentarás dos veces en la misma mesa con la misma gente exactamente de la misma manera. Nunca verás los rostros de las personas que amas exactamente de la misma manera mañana, porque puede que ni siquiera estés aquí mañana. Nunca caminarás por la misma calle exactamente igual. Estas pequeñas tomas de conciencia también son los despertares más profundos del alma.

Toma decisiones audaces y escandalosas. Vive como si tuvieras el poder de cambiar el mundo, porque lo tienes.