Viena fue una dura escuela para mí, pero me enseñó las lecciones más profundas de mi vida. Era apenas más que un niño cuando fui a vivir allí y, cuando me fui, me había convertido en un hombre de una naturaleza seria y pensativa. En Viena adquirí las bases de un weltanschauung en general y desarrollé la facultad para analizar cuestiones políticas en particular. Ese weltanschauung y las ideas políticas que formé en ese entonces nunca han sido abandonadas, aunque se expandieron más adelante en otras direcciones. Es solo ahora que puedo apreciar completamente cuán valiosos fueron esos años de aprendizaje para mí.
Esta es la razón por la que he dado una cuenta detallada de este periodo. Allí, en Viena, la cruda realidad me enseñó las verdades que ahora forman los principios fundamentales del partido que, en el curso de cinco años, ha crecido desde sus