. Cristo, sabiendo que en la tierra imperaría eternamente el dolor, le prometió al hombre el Cielo; Nietzsche aspiraba a que se triunfase en ella a pesar del dolor y por el dolor; quería que la tierra fuese un cielo; sintiéndose dios quiso que el hombre, transformándose en superhombre, se convirtiese en su propio dios, en Dios, es decir hacer de cada hombre un Jesús.