Siempre que voy a la verdulería me hago el gangoso. No es de gil, es para que al verdulero le de lastima y no me cobre de más. Porque te cobran lo que ellos quieren, no tienen precios fijos. Me pone mal si
me estafan.
Me da bronca y me dan ganas de romper todo. Pero no es mi culpa, fui criado por hippies artesanos y no puedo pensar de otra forma.