Porque si el motivo de un viaje es transformar la mirada, entonces el motivo del exilio es transformar la perspectiva, es decir, el lugar a partir del cual luego se desprende la mirada. Le dije que quizá es ahí donde se nos abrió la grieta, en esa distancia que hemos procurado entre nosotros mismos con las personas que éramos antes, en México.