—Mañana serán llevados todos a la Torre 6, estamos terminando de adecuarla.
Ya iba a darle la espalda y le habló de nuevo, pues no tendría otra oportunidad.
—¡Señor General, por favor, denos una hora de sol!
Amablemente el hombre ordenó al capitán que les dieran una hora de sol. Inmediatamente fueron sacados a un pequeño patiecito; casi todos sus compañeros estaban muy mal anímicamente.