Sofía Gil

Tener pensamientos, aunque sean algunos que no nos gusten, es una muy buena noticia. Eso quiere decir ¡que estamos vivos, que existimos!

Cierra los ojos, respira profundamente y trae a tu cabeza este bonito recuerdo.

Intenta recordar todos los detalles: ¿qué veías? ¿Qué sonidos podías escuchar? ¿A qué olía? ¿Qué temperatura hacía? ¿Qué llevabas puesto? ¿Qué hacías? ¿Cómo te sentías? ¿Qué personas estaban contigo?

Ocurre cuando nos centramos solo en los detalles negativos de algo y no tenemos en cuenta lo demás. Es como si tuviéramos una visión de túnel: solo vemos lo que hay dentro del túnel, nada más.